Por: Miosotis Batista/Fotos: Cesar Jiminian
Enclavado en la vertiente norte de Cordillera Oriental o Sierra del Seíbo, está el asombroso Parque Nacional que tiene como principal atractivo, “Salto la Jalda”, que con una medida aproximada de 120 metros de altura, tiene el mérito de ser reconocido como el afluente de agua “más alto de todo el caribe”. Este espacio de 36.43 km2 fue declarado Área Protegida mediante el decreto 571-09. “con la intención de conservar la flora, fauna y el bosque pluvial de la vertiente norte de Cordillera Oriental o Sierra del Seíbo”.
Fauna y flora
El espacio del Área Protegida es tan acogedor que ha sido habitado por una amplia diversidad de flora y fauna, desde especies nativas e introducidas, en extinción, hasta el ave nacional. Los helecho, palma real, caoba, cabilma, plantas trepadoras, samán, hojancho, palo blanco, ceibas, que por su apariencia parecen tener más de 150 años en esas tierras, permiten que aves como la cotorra, cigua palmera (ave nacional), paloma turquesa, guaraguao, pájaro bobo, la perdiz colorada, colí, zumbador aniden en la zona
Turismo comunitario
La única forma de acceder al Parque Nacional es por la comunidad de Magua, la referencia es el local de la “Parada del Cacao”, un negocio de emprendimiento del Sr.Ruddy, hacendado de importantes terrenos de cacao que usa como prima de vino, caramelo, chocolate y otros productos que vende a los visitantes, a los cuales guía hasta la casa de Polito Hernández, el coordinador de los guías y guardaparques del Área Protegida.
Desde el negocio de Don Ruddy hasta la casa de Don Polito hay un trayecto de aproximadamente 30 minutos, la carretera está en piedra y hay algunas subidas, solo se puede acceder en vehículos todo terreno, en mulas o caminando.
Don Polito, coordina el acceso al parque, te asigna un guía y si decides acampar, también pone el patio de su casa a disposición; Cerca de él, está la casa de Doña Reyna que tiene a su cargo la importante labor del arte culinario, allí se sirve comida típica por encargo a los exploradores que van tras la aventura del Salto La Jalda, que sin planificarlo, se ha convertido en la segunda fuente económica para la comunidad que en su mayoría vive del cultivo de cacao y la ganadería.
Sendero hasta el Parque
Para llegar hasta esta belleza de lugar, es necesario hacer senderismo/caminata por aproximadamente dos horas para llegar y dos horas para regresar, claro, siempre y cuando estés acostumbrado a este tipo de actividad, lo bueno es que vas deleitándose de un bosque de cacao y café que te brindan la sombra y un clima agradable. Es necesario cruzar cuatro ríos, las subidas y bajadas son pocas, el trayecto es básicamente plano. Cualquier estación del año es adecuada para visitarlo, pero la mejor época ha de ser la temporada de cacao, porque es posible disfruté del trayecto comiéndome una deliciosa mazorca madura, pues probablemente si haces el sendero en un día, terminarás probando bocado al primal de la tarde.
La experiencia ecoturística no tiene desperdicio, es turismo alternativo, es otra forma de explorar la Provincia El Seibo, que también tiene la dicha de ser balada por las aguas del Océano Atlántico. El Seibo como Provincia Ecoturística, tiene el apoyo del Consejo de Desarrollo Ecoturístico de la Provincia El Seibo (Codepres), encabezado por el senador, Santiago Zorrilla
