La tercera familia más grande de plantas con flores es la familia de las leguminosas o guisantes (Fabaceae), con más de 18.000 especies. Las leguminosas incluyen una amplia gama de especies, desde malas hierbas al borde de los caminos y valiosas plantas de cultivo (como las habichuelas, guandules y habas) hasta arbustos ornamentales, enredaderas y árboles gigantes del dosel de la selva tropical.
Muchas especies de leguminosas contienen bacterias fijadoras de nitrógeno dentro de los nódulos de las raíces que convierten el nitrógeno atmosférico inerte en amoníaco, lo que hace que el nitrógeno vital esté disponible para otras plantas. Las semillas de esta familia generalmente se producen en vainas (llamadas legumbres) y vienen en una sorprendente variedad de formas y tamaños. Una pregunta que se hacen repetidamente los estudiantes de botánica general es ¿cuál es la leguminosa más grande del mundo? El récord indiscutible de la vaina más larga es el Samo o corazón de mar. (Entada gigas).
El Samo, no solo produce la vaina más larga de todas las legumbres, esta enredadera tropical también produce semillas grandes en forma de corazón que se desplazan por las corrientes oceánicas del mundo. Entrelazándose a través del dosel del bosque como una boa constrictor botánica, las enredaderas de corazón de mar son una de las lianas más notables de los trópicos del Nuevo Mundo. Conocidas localmente como “escalera de mono” o “escalera de mono”, las enredaderas de corazón de mar en realidad proporcionan caminos arbóreos para los monos en lo alto del dosel de la selva tropical.
Aunque son muy grandes, las vainas de la escalera de los monos son bastante endebles y, por lo general, se dividen en 15 o más compartimentos de una sola semilla. De hecho, el suelo del bosque a menudo está lleno de estas secciones, varias conectadas entre sí por un cordón leñoso resistente. Cada sección contiene una semilla marrón brillante que se asemeja a un frijol grande hecho de madera dura pulida.
Las lluvias torrenciales comúnmente arrastran las semillas a arroyos y ríos donde son llevadas al mar. Aquí las semillas comienzan una nueva carrera como “corazones de mar” en una de las historias más fascinantes de la naturaleza. Literalmente, millones de corazones marinos se desplazan por las corrientes oceánicas del mundo, a la deriva durante meses o años, llegando finalmente a la costa en las playas de continentes distantes o islas tropicales exóticas.
