Por: @mioexplorando y @yohanature
Si te has dado una vuelta por los ríos Isabela y Ozama, de seguro que te ha sorprendido ver la gran cantidad de “matitas verdes” que han nacido dentro del agua y quizás inconscientemente has dicho “que lindas se ven” , pues lamentamos decirte que no son sinónimo de belleza, son el reflejo de la contaminación por residuos orgánicos e incluso la causante de la muerte de muchísimos peces, por falta de oxigeno.
La lila o jacinto de agua se reproduce de manera exponencial, y por ello puede extenderse y cubrir rápidamente los cuerpos de agua, lo que resulta en una pobre transparencia de los mismo. ¡El único problema que ahora mismo tienen en el Ozama y rio Isabela, no es solo la contaminación por plástico, es también por la mala gestión de los residuos orgánicos.
Por lo tanto, en aguas naturales, la lila (que es una especie introducida) compite con otras plantas y algas acuáticas (flotantes y sumergidas) por la nutrición mineral, la luz solar, etc., lo que inhibe el crecimiento de otros organismos acuáticos y de algas.
En 2011, científicos chinos liderados por el equipo de Wu Fuqin y colaboradores recopilaron datos sobre el lago Yunnan Dianchi y mostraron que la lila afecta la fotosíntesis de fitoplancton, plantas sumergidas y algas e inhibe su crecimiento.
Además, cuando se disparan las poblaciones de esta planta de manera precipitada, al morir y comenzar la descomposición consumen una gran cantidad de oxígeno disuelto en el cuerpo de agua al mismo tiempo, y reducen el espacio para la reproducción de animales acuáticos como los peces, e incluso una gran cantidad de peces pueden morir.
Es un efecto similar a cambiar la cadena alimenticia original en el cuerpo de agua, reduciendo así la estabilidad del ecosistema.
Foto: Carlos Suero, Local Guide