Por Maria Fernanda Rodríguez.
Es normal sentirnos interesados en querer llevarnos las conchas producidas por algunos moluscos cuando vamos a la playa por la belleza que poseen, sin embargo, no sabemos el daño que puede ocasionar esta acción al ecosistema marino, un acto que pasa desapercibido por gran parte de la población, especialmente las autoridades y turistas. 
Las conchas son estructuras duras y resistentes que recubren a algunos invertebrados, están constituidas principalmente de Carbonato de Calcio, (denominado como un “biomineral” porque se produce a partir de seres vivos) esencial para mantener el equilibrio en nuestros océanos.
En un artículo realizado por la Universidad de Florida, se descubrió una reducción del número de conchas en la Playa Llarga en España durante un período de 30 años.También se descubrió que en los meses de verano era donde se reducía más la cantidad de conchas. Demostrando la gran influencia que tiene el ser humano en esta problemática y la falta de un plan estratégico, de acuerdo con el desarrollo del turismo sostenible.
Esto nos deja bien claro, que debemos dejar las conchas donde pertenecen, porque en definitiva son más útiles que en un estante de decoración. De no ser así, estaremos contribuyendo a que disminuyan las probabilidades de vida de los organismos antes mencionados, aumente la erosión y degradación de las playas.
Una de las mayores amenazas para todos los organismos que están constituidos principalmente de carbonato de calcio (CaCo3), es la acidificación de los océanos ( disminución del pH en el mar).Representando un peligro para los organismos calcificadores, como los foraminíferos, bivalvos y gasterópodos y todos los seres vivos que se benefician de una manera u otra de las conchas.
Cuando vayas a la playa, opta por tomar fotografías y así te llevas contigo los recuerdos y no las conchas, recuerda dejar en la playa todo lo que pertenece en ella, y llevarte lo que no, como tu basura y la que encuentres en tus alrededores.
