Mucha gente supone que el algodón es la fibra más popular y ecológica del mundo, pero pocos saben que el yute supera al algodón en sostenibilidad desde muchos puntos de vista.
¿Has oído hablar alguna vez del yute? Probablemente sí, ya que, en los últimos años, esta increíble fibra se ha hecho cada vez más popular en el sector de los accesorios. Sin embargo, el mundo utiliza el yute para muchas otras aplicaciones y los expertos esperan que se convierta en un material muy extendido en un futuro próximo por sus ventajas y características. Entonces, ¿es el yute ecológico? Definitivamente. Veamos qué hace que el yute sea tan valioso desde este punto de vista:
¿Qué es exactamente el yute?
Originario de Bangladesh y la India principalmente, el yute es una planta alta y fibrosa. Lo que solemos llamar yute son, en realidad, las fibras recogidas de la piel y el tallo de la planta. La gente la llama “fibra dorada” por su color y su valor comercial. Una vez cosechado, se hilan las fibras de yute para obtener hilos duraderos. Es posible que conozcas el tejido como arpillera.
El yute es duradero debido a su composición leñosa y crece sin necesidad de demasiada agua ni de fertilizantes y pesticidas artificiales. Si esto no te convence de que el yute es una alternativa amigable con el medio ambiente, veamos más razones por las que deberíamos prestar más atención a esta planta y sus fibras:
La planta alcanza la madurez muy rápidamente (de 4 a 6 meses) ofreciendo gran rendimiento para el área de la superficie en la que se planta. Esto hace del yute un material renovable.
Esta eficiencia de crecimiento significa que necesitamos menos tierra para cultivar el yute en comparación con otros cultivos; por lo tanto, no necesitamos ampliar e invadir los hábitats y ecosistemas naturales con nuestros esfuerzos agrícolas. Podemos cultivar y cosechar el yute en la misma superficie de tierra, ya que el yute aumenta la fertilidad del suelo para futuros cultivos (ya sea el yute u otros cultivos).
Cuando rotamos los cultivos de yute, las cosechas se benefician de más nutrientes y menos plagas. Dado que el yute crece sobre todo en zonas rurales remotas, centrarse en cultivos de yute más organizados podría conducir a la expansión de los cultivos alimentarios en zonas vulnerables del mundo, a un impulso en la economía de muchos países vulnerables y a una oportunidad para que muchas personas sean más independientes desde el punto de vista económico.
Como el yute crece en zonas tropicales, y suele depender de las lluvias naturales para crecer. Además de la escasa necesidad de riego, tradicionalmente la gente cosecha el yute y extrae las fibras de yute manualmente, con lo que se reduce aún más la necesidad de procesos industriales insostenibles que consumen energía.
Como fibra, el yute es 100% biodegradable (se degrada biológicamente en 1 o 2 años) y también es compostable. En otras palabras, deshacerse del yute no supone un gran impacto medioambiental. Dado que las fibras son increíblemente fuertes y duraderas, los productos de yute superan la prueba del tiempo y son resistentes al desgaste. Por esta razón, elementos de yute reutilizable están de moda ahora mismo en lo que respecta a los productos ecológicos como parte de la lucha mundial contra el plástico de uso único.
La planta del yute absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno a un ritmo varias veces superior al de los árboles. Se dice que una hectárea de plantas de yute puede absorber unas 15 toneladas de CO2 y liberar 11 toneladas de oxígeno durante un ciclo de cosecha.
Su uso se remonta más de 3,000 años atrás a la civilización del Valle Indiom(Indus valley civilization) según han reportado investigaciones realizadas por arquéologos que encontraron marcas de yute en cerámica antigua entre Pakistan e India.
El yute es la segunda fibra vegetal más importante después del algodón y es incluso más sostenible que éste. Dado que necesita menos agua, mantenimiento, pesticidas y fertilización para producir cosechas importantes, el yute puede convertirse en un activo agrícola ecológico y sostenible. Las comunidades que lo cultivan pueden beneficiarse de él directa e indirectamente, contribuyendo así a su propio desarrollo económico.
El yute es una fibra increíble y sus aplicaciones pueden ser infinitas. Se usa para la elaboración de:
- tote bags
- fardos
- ropa
- cuerdas y cordeles
- tapices
- cestas
- cortinas
- alfombras
- telas de arpillera
- muebles para el hogar
- accesorios de moda y muchas otras aplicaciones.
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