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Cultivando y cuidando frutales endémicos en casa

Por: Esther Peralta de @Matología101

Siendo República Dominicana un país tropical donde tenemos una amplia variedad de frutales endémicos, conocemos y consumimos más las frutas importadas, y frecuentemente ni reconocemos las locales. Es por esto por lo que la Revista Tinglar está llevando una serie de plantas, platos y productos que nos hacen celebrar la dominicanidad. *

Las ventajas de tener frutales en casa son varias, entre ellas, la oportunidad de disfrutarlas en su punto óptimo de maduración para mejor sabor, además de tener la fuente nos da fruta en abundancia y ¡gratis! De @matologia101 hemos colaborado con Revista Tinglar y preparado el artículo de hoy sobre cómo cuidar árboles frutales endémicos en casa. Lo mejor de todo es que, como son de aquí, no tenemos que hacer grandes esfuerzos para proveerles de condiciones ideales pues ya están en su ambiente ideal. Además, resulta que requieren cuidados muy similares entre ellos. Ciertamente hay unas que podremos conseguir en viveros, como la guanábana, el níspero, la acerola, pero ¿dónde conseguimos un árbol de mamey, de mamón, de jobo, o de esas que increíblemente a veces ni sabíamos de su existencia hasta que fuimos al campo y las probamos? Si tienes paciencia y crees en las inversiones a largo plazo pues en este artículo tenemos tu respuesta: ¡semillas! Hablemos de como germinarlas, cuidarlas y sus necesidades de luz, agua, sustrato y poda.

¿Cómo germinamos semillas?
Dependerá de la planta, pero en términos generales lo hacemos así:
– Conseguimos un fruto que esté bien maduro. (Pregunta por ahí la próxima vez que vayas al campo).
– Extrae las semillas y retira todo resto de pulpa.
– En un recipiente con drenaje, coloca algunas pulgadas de sustrato: no uses tierra negra pues puede compactarse y evitar que la semilla pueda germinar. Utiliza una mezcla de sustrato que esté cargada de materia orgánica, que sea suelto y drenante.
– Humedece el sustrato, hazle espacio a la semilla con el dedo, colócala allí y cúbrela con uno o dos centímetros de sustrato.
– No le hagas presión al sustrato que colocas por encima, pues queremos que le sea fácil germinar.
– Humedece siempre que veas la superficie seca hasta que tengas una matita establecida. La germinación podrá tomar desde un par de días hasta un par de semanas dependiendo el árbol así que, ¡paciencia y constancia!
Bien, tengo la plantita. ¿Y ahora?
Cuando la planta esté establecida y tenga algunas pulgadas de altura deberás trasplantarla para darle más espacio y que pueda seguir creciendo. Si la sembrarás directamente en el suelo, espera a que adquiera entre 30 y 50 pulgadas de alto. Siémbrala en donde pueda recibir unas 6 horas de sol, y riega cada par de semanas de manera que se humedezcan entre 3 y 4 pies de suelo. Cuando ya esté sembrada, poda las últimas 10 pulgadas aproximadamente para promover ramificaciones (y en un futuro, frutos que puedas alcanzar). De ahí en adelante, necesitará poda para mantenimiento o rejuvenecimiento.

Si lo que deseas es tenerla en una maceta (si, es posible), ve aumentando su maceta de tamaño según vaya creciendo, hasta que adquiera el tamaño que deseas. Las plantas se adaptan al espacio que les proveemos. No debemos colocarla en el último tamaño de maceta que tenemos en mente pues a más sustrato, más humedad retiene, y una planta pequeña no consumirá toda esa humedad antes de que pueda hacer daño a sus raíces. Si la tendremos en maceta es importante proveerles de un sustrato adecuado: que retenga humedad, pero que drene el agua en exceso. Idealmente optimizarás un sustrato estándar para macetas, agregándole composta o humus de lombriz, y materia orgánica suelta.

Estos frutales en maceta necesitarán también necesitarán que les proveas de un refresh de nutrientes cada cierto tiempo, ya que, por tener sustrato limitado, los nutrientes eventualmente serán consumidos. Aliméntalos con un fertilizante, de preferencia orgánico, indicado para árboles frutales y reaplica según aconseje la etiqueta.
La ubicaremos también donde reciba al menos 6 horas de luz, para que nos dé frutos abundantes, de buen tamaño, y tanto el árbol como sus frutos mantengan buena salud. La regaremos solo cuando la mitad de la profundidad del sustrato esté totalmente seca y nunca permitiremos que seque al 100%. Sembradas directamente en el suelo, las raíces tienen acceso a humedad guardada en las profundidades y este no es el caso de nuestras plantas en macetas, que pueden sufrir por escasez sostenida de humedad.

Poda de frutales
Un tema sumamente importante pero frecuentemente pasado por alto es la poda. La forma de un árbol será definida en sus primeros cinco años, y el podado nos ayuda a estructurar la planta de modo que tenga más ramas y a menos altura. A más ramas, más fruta; a menos altura de las ramas, más facilidad para cosechar. El árbol deberá podarse cuando alcance las 24-30 pulgadas, o dependiendo que tamaño se quiere conseguir. De ahí en adelante se podará anual hasta su quinto año. En estas primeras podas se dejan las ramas principales y mas fuertes. Del quinto año en adelante se le dan podas de mantenimiento cuando consideremos necesario: si la producción a mermado, si necesita ajuste de forma, si tiene muchas ramas secas o improductivas. Con el podado fomentamos el rejuvenecimiento del árbol y el crecimiento nuevo, que es donde se da la fruta. El mejor momento para podar es a finales de invierno, antes de iniciar el crecimiento de primavera. Puedes hacerlo tu mism@ si al árbol no es muy grande, solo necesitarás unas tijeras de poda esterilizadas (para no contagiar la planta de ninguna enfermedad, hongo o bacteria) y unos guantes para proteger tus manos.

En términos generales retiraremos lo siguiente:
a. Los llamados chupones (crecen en la base del árbol, desde las raíces).
b. Ramas rotas o secas.
c. Ramas que estén creciendo hacia abajo.
d. Ramas que se estén cruzando o tocando con otras.
e. Ramas que quedan en sombra (nos aseguraremos de que todas reciban luz para su optimo crecimiento y fructificación).
f. Lideres en competencia (punta superior, si está doble)
g. Crecimiento largo y delgado creciendo desde el tronco principal.
h. Ramas que estén en el mismo plano (misma altura. Dejaremos la más fuerte).

Extra tips
Recuerda siempre hacer tu propia investigación de las necesidades de cuidado del frutal que quieres. Idealmente ya le tendrás asignado un lugar antes de traerlo a casa, para así asegurarte de que recibirá la luz y las demás condiciones que necesita. También, de vez en vez revisa tu planta en búsqueda de hongos o pestes. Una detección temprana te dará ventajas para mantener la situación controlada. La observación constante es importante para darnos cuenta si algo no anda bien, o si la planta necesita más o menos luz, o más o menos humedad. En general, para mejor sabor, color y olor, la fruta se cosecha cuando ya está madura y solo necesita un ligero tirón para retirarla del árbol, aunque puedes retirarlas con tijeras -siempre estériles- si temes dañar el árbol u otras frutas.

Para enterarte de guías de fertilización, identificación de pestes, si tienes preguntas o quieres más tips y explicaciones gráficas de como cuidar tus frutales y plantas en general, recuerda buscarnos en redes como @matologia101 o visita nuestro blog www.matologia101.wordpress.com

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