Por: Miosotis Batista/
“La República Dominicana necesita turismo y el turismo necesita arrecifes coralinos sanos”, pero los pronósticos de los últimos años no habían sido muy positivos, casi todos los recursos marinos estaban en riesgo y entre un 70% y 90% de los arrecifes de coral habían muerto; la proyección era que la degradación de los arrecifes de coral y erosión de las playas produciría cuantiosas pérdidas económicas en los próximos 10 años”.
El caribe es la casa de aproximadamente 44 millones de personas, más de 12mil especies de peces y otros organismos marinos; 10% de los arrecifes de corales del mundo y 12% de los manglares del planeta. Características que hacen de la región, uno de los destinos turísticos predilectos para el turista de sol y playa.
Para la República Dominicana, uno de los cinco países mas visitados del Caribe, los arrecifes de coral son un ecosistema de gran valor; más de 800,000 turistas llegan al país para realizar actividades asociadas a los arrecifes, el snorkeling, buceo, pesca recreativa son solo algunas de ellas.
Aun con sus retos ambientales, Dominicana posee la barrera coralina más valorada de todo el caribe, genera más de mil millones para la economía cada año: 1) 865 millones de actividades adyacentes a los arrecifes “playas” y 2)135 millones en actividades directas en los arrecifes “buceo”, lo que quiere decir que, en promedio, cada kilometro cuadrado de arrecife coralino genera $5.7 millones al país.
En los últimos anos los recursos costeros marinos se han visto afectados por acciones como la sobrepesca, el cambio climático, fenómenos extremos y sobre todo por el impacto de los seres humanos. Casi todos los recursos marinos han estado en riesgo y entre un 70% y 90% de los arrecifes de coral han muerto; la proyección era que la degradación de los arrecifes de coral y erosión de las playas produciría cuantiosas pérdidas económicas en los próximos 10 años, si no se tomaban los correctivos de lugar”.
Acciones de restauración y conservación promovidas por la UE La Unión Europea ha sido un acompañante clave en la implementación de acciones de restauración de la diversidad biológica marina y costera de la República Dominicana. Recientemente finalizó la iniciativa “Biodiversidad y Negocios en América Central y República Dominicana: Contribución del sector turístico para la restauración y la protección de la diversidad biológica marina y costera en el mar Caribe”, implementado en Punta Cana, Samaná y Montecristi, al igual que en Haití y Honduras.
Principales resultados en la República Dominicana
Punta Cana
La Fundación Grupo Puntacana que ha sido un co-implementador, junto con la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) , Counterpart International y Global Nature Fund, del proyecto “Biodiversidad y Negocios en América Central y República Dominicana: contribución del sector turístico a la conservación de la diversidad biológica marina y costera del mar Caribe”, financiado por la Unión Europea y la Cooperación alemana para el desarrollo, considera que el aporte en términos de restauración y conservación es bien valorados.
“Con el proyecto se incrementó la cantidad de viveros de coral en el país y se diversificó la cantidad de especies en los viveros, se aumentó la cantidad de tejido coralino trasplantado en arrecifes degradados, se logró la sensibilización en diversos sectores acerca de la importancia de estos ecosistemas marinos y se logró la inversión de 12 empresas en la conservación de arrecifes coralinos”, informó Jake Kheel
Para el Vicepresidente de Fundación Grupo Puntacana, uno de los mayores logros fue que: “El proyecto apoyó la creación del Consorcio Dominicano de Restauración Costera, que agrupa esfuerzos en restauración de arrecifes coralinos a nivel nacional y permite complementar esfuerzo y generar un intercambio de experiencias. Así mismo, cuenta con un convenio con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales del país, para evaluar los viveros de coral a nivel nacional. Ese proyecto has sido un aporte importante a la continuidad de nuestro programa de conservación y restauración de los arrecifes de coral en la zona de Punta Cana y a nivel nacional en RD”,
Samaná
Para República Dominicana la llegada de Ballenas Jorobadas es un símbolo turístico a nivel mundial; como uno de los resultados del proyecto, se exhibe la construcción de un Centro de avistamiento de Ballenas en Cayo Farola, Samaná; además, se desarrolló de la APP móvil “Whale watching” que permite compartir información respecto a avistamientos geolocalizados de mamíferos marinos. Datos que son de gran importancia para acciones de conservación de la especie.
Con los fondos de la Unión Europea también fueron comprado varios de los equipos necesarios para monitoreo de Ballenas y corales, logrando obtener mejores datos en las acciones de conservación.
Para Aurelio Reyes del Centro para la Conservación y Eco desarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno, “El proyecto permitió la potencialización de productos turísticos existentes y que no estaban siendo utilizados, fue sinónimo de conservación, porque básicamente es para beneficiar a los pescadores, que cambien su vida , que ahora sean proveedores turísticos, por ejemplo: “Si 10 pescadores se dedican al turismo, sus ingresos aumentan y será también 10 pescadores menos que le aumenten la presión a los ecosistemas”, trabajar con la Unión Eropea fue una grata experiencia.
Finalmente, los arrecifes de coral cubren más de 800 kilómetros cuadrados de del fondo marino de la República Dominicana, donde mantienen a innumerables especies, apoyan los medios de vida, el suministro de comida, y ayudan a proteger contra la erosión y las inundaciones costeras. Estos hábitats marinos esenciales son variados, y van desde barreras arréciales a lo largo de las costas orientales del país, hasta arrecifes que bordean toda la costa, pero todos tienen una cosa en común. Todos los arrecifes de coral de la República Dominicana se utilizan para apoyar el turismo, atrayendo a cientos de miles de visitantes cada año y producto de acciones como las antes mencionadas, es posible tener herramientas para velar por la conservación.