Por: Paola Cabrera
Su nombre científico es Swietenia mahagoni, de la familia de las meliáceas, es de mucha importancia para la industria maderera de la República Dominicana, por lo que fue declarado árbol nacional mediante la ley No. 146 del 12 de julio de 2011.
Existen distintas variedades de caoba criolla en la isla, esto responde a las diferentes condiciones del clima, desde los bosque húmedo subtropical, seco subtropical, sabanas, valles fértiles, zonas boscosas y áreas realmente secas.
Se conocen tres especies de “caoba” americanas: “la caoba de hojas pequeñas”: S. Mahogani, de las Antillas, “la caoba de Honduras”: S. Humilis, de la costa pacífico de México hasta Costa Rica; y la “caoba de hojas anchas”: S. Macrophylla, que se encuentra desde México hasta el Amazonas. Casi todo el comercio actual de este preciado árbol proviene de esta última zona.
Conóceme: Mido más de 30 metros de alto, y diámetro de hasta 1,5 metros y me gusta crecer en bosques húmedos a secos, hasta los 1.400 metros sobre el nivel del mar. Mis hojas las pierdo por un corto tiempo floreciendo junto con la formación de las hojas nuevas.
Mis flores son diminutas, fragantes y verdosas. A las abejas y polillas les encantan para regar el polen. Produzco flores femeninas y masculinas, ambas en el mismo racimo y mi fruto es una cápsula grande (entre 10 a 15 cms). La madera que produzco es de corazón marrón rojizo, soy muy pesada, dura y resistente a los insectos, puedo durar cientos de años.
Proyecto de siembra de Caoba en el país : Instituciones públicas y privadas como el Centro de Innovación Atabey, el Plan Sierra, la Cámara Forestal Dominicana y el Jardín Botánico Nacional, han desarrollado proyectos de siembra para la conservación de la centenaria Caoba, incluso han aunado esfuerzos para realizar esta acción en conjunto bajo el ‘Consorcio de la Caoba Dominicana’.
Con esta alianza estas instituciones han logrado investigar, mejorar y promover el desarrollo comercial de la Caoba dominicana, que conlleva desde la selección de fenotipos superiores de la caoba dominicana, incluyendo la clonación.
En 2017 el ministerio de Medio Ambiente, la Comisión Nacional de Energía, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEE) y la Fundación Atabey, iniciaron en colaboración un amplio programa de reforestación en los terrenos de Punta Catalina en Peravia, para mitigar las emisiones de CO₂ a la atmosfera para lo que se utilizaron un millón y medio de arboles de caoba.
Pero, en estos momentos críticos donde las zonas boscosas se ven desprotegidas y poco ciudades, donde la sequia es un elemento constante producto del fenómeno, el niño y la caoba como árbol nacional se encuentra en peligro de extinción; es importante priorizar y saber que están haciendo las autoridades dominicanas competentes en este sentido.
En declaraciones para Revista Especializada Tinglar, el director del Jardín Botánico Nacional, Ricardo García, argumentó que hay que proteger y conservar a la Caoba como árbol nacional denominado por ley, por la el gran valor económico como primera fuente o recurso de exportación de la isla desde la época de la colonia.
Por tal razón García señaló que desarrollan alianzas constantes con diversas instituciones de siembras masivas de Caoba donde esperan sembrar más de dos millones de caoba, cumpliendo con un millón y medio sembrado a la fecha de la meta pautada. Mientras que en mayo de este año el Ministerio de Medio Ambiente inició la primera Temporada de Reforestación 2019, en la comunidad Loma Guaguí en la provincia La Vega, donde se impuso la meta de plantar diez mil árboles de varias especies incluyendo como una de la más importante a la Caoba Criolla.
Por qué plantar Caoba : Para el Centro de Innovación Atabey es importante sembrar este preciado árbol ya que en los últimos 180 años, estudios especializados revelan que la valorización de la madera ha superado en un 2% al resto de las materias primas y el precio del metro cúbico de las maderas nobles también ha aumentado su rentabilidad.
Además, Sostienen que desde el año 1994, el consumo mundial de madera se ha incrementado de 3 a 4 mil millones de metros cúbicos y desde el año 2005 el consumo mundial de caoba prácticamente se ha duplicado, como también el precio de la madera desde el año 2009.
Afirman, que es la caoba una especie nativa que resiste a los ciclones y aporta valor económico a la familia, pues su madera puede ser aprovechada, por lo que recomiendan que sea plantada en fincas, patios, solares baldíos y aceras sobre las que no haya tendido eléctrico.
Domingo Contreras, presidente de la Fundación Atabey, “es importante rescatar la caoba, que hasta el momento se encuentra en peligro de extinción y que representa una fuente de ingreso de recursos por el alto costo de esta en los mercados de madera” sustentó.
De su lado, el director del Jardín Botánico, Ricardo García expresó que sembrar Caoba es una oportunidad que permite generar riquezas, ya qué República Dominicana que importa millones de dólares en madera preciosa.
Insistió en que sembrar Caoba en estos momentos tiene un alto nivel de conservación de la especie y es una ayuda idónea para la recuperación de los bosques que esta acción contempla, al tiempo que significará una producción segura en beneficio de la población, lo cual generaría empleos en la medida que puedan explotar la madera cuando ya esté de uso y generar su propia riqueza.
