Por Miranda Díaz
Las mariquitas, fuera de ser lindas, son insectos super interesantes de la familia de los coccinélidos (coccinellidae), estos son una familia de la insectos de el orden coleópteros de la superfamilia Cucujoidea.
Los coccinélidos tienen varios nombres comunes que dependen completamente de la especie y el país; entre ellos los más populares están mariquita, catita, vaquita de San Antonio, chinita, cocos, sarantotón o sanantonito, catarina y tortolita.
Los coccinélidos tienen metamorfosis holometábolicas, esto quiere decir que sufren cambios muy drásticos durante sus distintas etapas de vida, sus antenas son de tipo clavata, las cuales tienen de seis a once segmentos (dependiendo de la especie), en ambos sexos todos los segmentos son cilíndricos y se van ensanchando mientras se alejan de la base.
Al ser coleópteros, los coccinélidos tienen mandíbulas mordedoras. Estos presentan mandíbulas que pueden estar terminadas en un diente simple, doble o con multiples dientecillos. Los labros en las larvas se ubican como extremo terminal del cráneo, antes de la abertura bucal, sus mandíbulas son muy poderosas, terminan en un solo diente agudo, y pueden llevar un canal. Tienen palpos maxilares están formados por solo tres segmentos, habitualmente terminados en punta.
Presentan dos pares de alas; un par de alas membranosas que se desenvuelven debajo del par de alas endurecidas. Las alas membranosas son también llamadas alas funcionales. Los coccinélidos tienen tres pares de patas. Se reproducen adheridas a las ramas de los árboles, hojas o troncos. Ponen los huevos de color amarillo uno por uno o colocados en grupos sobre las hojas o tallos, generalmente en la cercanía de colonias de pulgones colores según la especie.
Las larvas pasan por cuatro estadíos o etapas antes de convertirse en pupas. Las pupas se adhieren a las hojas, tallos o rocas, y suelen ser de color rojo y negro. Pueden confundirse con excrementos de aves. De la pupa emerge un adulto de color amarillento sin tener aún definidos los colores característicos del adulto; pero los mismos aparecen en unas pocas horas. Algunas especies se congregan en grandes números en el otoño para hibernar.
Los coccinélidos se encuentran por todo el mundo. Hay aproximadamente 6000 especies en 360 géneros de las cuales 475 son norteamericanas y se encuentran distribuidas en 57 Géneros. Para la isla de la Hispaniola se encuentran reportados hasta la fecha 22 géneros y 30 especies.
Generalmente habitan en plantas donde se encuentran sus presas, como los pulgones, pulgas, moscas o áfidos. Las mariquitas se suelen encontrar en diversos hábitats. El ambiente en el que se encuentren usualmente refleja el lugar donde se encuentre su presa de elección, dependiendo de la especié y sus hábitos alimenticios. Pueden encontrarse en prados, parques urbanos, bosques, humedales y más. Se esconden de depredadores en arbustos, pastos y árboles.
Para su colecta se pueden utilizar trampas de caída, hechas de vasos plásticos. El vaso se entierra, con la orilla al nivel del suelo, llenándose hasta la mitad con alcohol etílico de al menos un 70% o el líquido preservativo que se prefiera utilizar (acetona, cianuro de potasio o acetato etílico).
También se pueden colocar embudos que eviten la salida del coccinélido luego de la caída.
Para su preservación, los coccinélidos pueden ser clavados con una aguja especial para preservación de insectos con cuerpos duros. La aguja se coloca se coloca en el lado derecho del tórax, ya que colocarlo en la zona central puede dañar el tejido blando del insecto.
Los coccinélidos son buenos depredadores, por lo que se han usado en varios programas de control biológico. El caso más famoso fue el del control de la escama acanalada, Icerya purchasi mediante la introducción de Rodolia cardinalis en cultivos de cítricos en California en 1888. El control fue tan efectivo, que en 1890 la producción de cítricos en el estado se había triplicado. Son insectos que, generalmente, se alimentan de las presas pequeñas, aunque algunas prefieren ciertas especies o incluso ciertas variantes dentro de una misma especie. Se ha demostrado que evitan consumir presas parásitas, probablemente por elolor repelente, por lo que se disminuye la competencia entre coccinélidos y parasitoides.
