La mosca soldado, Hermetia illucens, es una mosca de aspecto elegante que muchos confunden con una avispa. Sin embargo, como la mayoría de las moscas, la mosca soldado solo tiene dos alas, a diferencia de las avispas, que tienen cuatro, además de que no posee aguijón. Aunque el fuerte zumbido que crean al volar es suficiente para preocupar a muchas personas, las moscas soldado adultas no representan ningún peligro.
Se les asocia con el aire libre y el ganado, generalmente se ven, alrededor de materia orgánica en descomposición, como desechos animales o material vegetal. Dado que las larvas de la mosca soldado pueden consumir materia orgánica en descomposición, se han utilizado para reducir el estiércol animal en instalaciones comerciales porcinas y avícolas.
Se ha demostrado que las larvas son recicladoras de materia orgánica efectivas, y autores como el investigador Larry Newton de la Universidad de Carolina del Norte, propuso en el año 2005 un “Sistema de gestión de estiércol de mosca soldado negra” no solo para reducir los desechos del ganado, sino también para generar una fuente de alimento para peces y otros animales.
En el estudio se alimentó con estiércol de cerdo a las larvas de mosca soldado, lo que redujo en gran medida el material de desecho. El estiércol se transfirió a un recipiente que contenía las larvas, a medida que las larvas se desarrollaron, redujeron el peso estiércol en un 50%.
Aproximadamente 45.000 larvas consumen 24 kg de estiércol porcino en 14 días. A medida que las larvas maduran, se pueden procesar y administrar como alimento para aves de granja, peces y mascotas. Además de ser una buena fuente de aceite y proteína para la alimentación animal, las larvas de la mosca soldado tienen el potencial de convertir los desechos orgánicos en un fertilizante rico en nutrientes llamado “Frass”.
Por esta razón en el marco del Laboratorio de innovación ciudadana de Santo Domingo (LABIXDO), el proyecto de sostenibilidad urbana Maorokotí liderado por el arquitecto José Alberto Herrera, busca integrar biodigestores en espacios urbanos para transformar los desechos orgánicos producidos en la ciudad, en larvas de mosca soldado para uso en la industria avícola, piscícola y la creación de abono orgánico para la agricultura.
Este próximo viernes serán publicados los resultados del proyecto piloto, patrocinado por Green Love, que por primera vez para la República Dominicana, ve en las larvas de mosca soldado una alternativa eficaz para el manejo de residuos sólidos en la ciudad de Santo Domingo.