Por: Scarle Morillo
Hoy en día muchas personas incluyendo niños pequeños, mujeres embarazadas y madres lactantes, están utilizando geles desinfectantes para ‘’eliminar’’ las bacterias que se encuentran en sus manos. Los usan a lo largo del día: en el hogar, en las escuelas, en el trabajo, en el supermercado, en los automóviles y cuando viajan. Pero ¿Es correcta esta práctica? ¿Poseen estos, los componentes activos autorizados por la FDA? ¿Cuándo debo lavarme las manos?. En otro de nuestros artículos estaremos hablando sobre la forma correcta de lavarnos las manos y la justificación científica en cada paso del proceso.
El alcohol en gel, también conocido como gel antiséptico, gel antibacterial o gel limpiador bactericida, es un producto antiséptico que usualmente se emplea como alternativa al agua y el jabón para lavarse las manos. Los principios activos en la mayoría de estos geles sanitizantes son alcohol isopropílico, etílico o propílico. Aunque existen algunos que se elaboran sin alcohol, conteniendo como componentes activos el cloruro de benzalconio y triclosán.
En el 2016 la Food and Drug Administration ( FDA por sus siglas en inglés), emitió una norma final sobre los desinfectantes de manos que se venden sin receta, en esta norma la FDA determinó que otros 28 ingredientes activos no son admisibles para ser evaluados conforme a la revisión de medicamentos sin receta (OTC) para ser usados en los desinfectantes de manos sin receta. Es importante indicar que la mayoría de los productos que incluyen estos 28 ingredientes activos ya fueron retirados del mercado.
Todos los especialistas convergen en un elemento importante; el lavado de manos es la base fundamental para evitar la propagación e infección bacteriana y deben ser utilizados cuando no se tiene acceso al jabón y agua. Es en este sentido, que recomendamos leer las etiquetas de estos productos, sus componentes activos y observaciones de uso por parte de los fabricantes.
A continuación te recomendamos, cuando es importante lavarte las manos:
- Antes, durante y después de preparar alimentos.
- Antes de comer.
- Antes y después de atender a alguien que esté enfermo.
- Antes y después de tratar una cortadura o herida.
- Después de ir al baño.
- Después de cambiarle los pañales a un niño o limpiarlo después de que haya ido al baño.
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
- Después de tocar animales, sus alimentos o sus excrementos.
- Después de manipular alimento.
- Después de tocar basura.