Por: Paola Cabrera y Miosotis Batista
“El proyecto de botellas por sonrisas seguirá usándose para fabricar juguetes y en el futuro, el plástico será la materia prima para prótesis”
Industrias San Miguel (ISM), es una empresa de origen peruana que opera en República Dominicana desde 2005. En su interés de sumarse a los esfuerzos mundiales de protección al medio ambiente, ha dado pasos agigantados en la reducción de los desechos sólidos, cambiando la materia prima con la que fabrican sus botellas plásticas y convirtiéndose en los primeros que disminuyen el gramaje de las mismas.
En esa búsqueda insaciable de ser responsable con el planeta tierra, desarrollaron un plan piloto llamado: “Botellas por sonrisas”, que consiste en hacer un llamado a la población, sobre la necesidad de reciclar para reutilizar; reciben las botellas sin importar la marca y luego el plástico pasa por un proceso de trituración para convertirlo en un filamento o hilo plástico, es colorizado y por último, pasa por una impresora 3D.
Esta iniciativa permitió que cientos de niños de orfanatos y comunidades de escasos recursos recibieran un juguete en la navidad del pasado año 2018; labor social que fue en doble vía, alegría y sonrisas para aquellas almas nobles que esperaban ese regalo, que es respaldado por una fuerza moral traducida en responsabilidad para con el planeta.
El proyecto tuvo resultados tan positivos, que la empresa pretende continuar fabricando juguetes, ahora con un matiz sostenible y educativo, para distribuirlo a niños de escasos recursos en la frontera, donde ISM tiene gran presencia, además contemplan elaborar otros elementos.
Los colaboradores internos ejercen su labor apegados a tres pilares elementales: “Todos somos dueños, todos somos gente buena y todos somos medio ambiente”; realizan jornada de reforestación, apadrinando al árbol conocido como “El Roblillo”, limpiezas de playas, desarrollan operativos de salud en comunidades recónditas de Santiago Rodríguez, de la mano del Despacho de la primera dama, reconstrucciones y asfaltados en localidades de escasos recursos, entre otros.
Industrias San Miguel también tienen a su disposición la “Universidad San Miguel”, que busca certificar los conocimientos adquiridos de sus colaboradores y darles la oportunidad escalar en la compañía. Esta academia es extensiva a sus clientes, los distribuidores de pequeños negocios locales, a través del banco BHD León y la Universidad Pedro Henríquez Ureña, proporcionándoles las herramientas necesarias para que puedan adquirir técnicas de buen manejo financiero, así como aprender de los procesos de calidad e inocuidad de los alimentos.
“Creemos que si las empresa, el gobierno y los ciudadanos trabajamos de la mano mejoraría considerablemente el problema de los residuos sólidos, por ejemplo, nosotros en nuestras actividades estamos implementando la utilización de sorbetes de bambú y comestibles, así generamos menos desechos y seguimos contribuyendo con el planeta, es una acción sencilla, pero que tiene importantes resultados, porque hacer lo bueno nunca debe pasar de moda”. Precisó Gilsé Echavarría, encargada de Comunicaciones de ISM.