Por: Rebecca García Camps/
Si vas a una playa y ves franjas de un organismo verde adherido a la arena, estas viendo una planta llamada pasto o pradera marina. Muchos piensan que las praderas son algas, pero están equivocados. Estas son plantas que invadieron el mar, debido a esta introducción al mundo marino ellas tienen ciertas limitaciones. En comparación con las algas, las praderas no pueden estar en aguas muy profundas porque necesitan luz solar.
Las praderas necesitan entre 11 a 20% de radiación fotosintética activa, las algas solo necesitan de un 3 a 10%. Pero tampoco pueden estar totalmente fuera del agua, digamos que el intermedio es su lugar indicado. En la República Dominicana hay 4 especies: Thalassia testudinum (pasto de tortuga), Siringodium filiforme (pasto de manatí), Halodule wrightii (pasto de los bajos) y Halophila decipiens (pasto remo), estas tienen una zonificación, es decir, algunas necestitan estar sumergidas todo el tiempo (Thalassia) otras pueden tolerar mas el agua dulce (Halodule). Cada una ocupa un nicho o espacio, aunque hay veces que puedes ver dos especies juntas y usualmente la que está presente es Thalassia, la más común.
Aunque solo ocupan un 0.1% en todo el mar, debido a las praderas marinas podemos tener aguas claras, con sus hojas ellas detienen el sedimento (lodo, arena, etc.) que viene de los ríos. Ese sedimento se queda entre sus raíces y mientras mas crecen, mas sedimento atrapan. Si fuera poco, ellas almacenan dióxido de carbono, conocido como carbón azul. Para ser un poco mas especifico, el pasto marino secuestra un 10% de todo el carbono en el océano. También nos aportan oxígeno, o sea que, en corto, respiramos, ayudamos a la mitigar el cambio climático y disfrutamos de las playas por las praderas.
Si todavía estas impresionado, lee lo siguiente. Las praderas casi no son utilizadas como alimento, son muy pocas las especies que comen pastos, pero algunas de estas son las tortugas verdes y los manatíes. El resto de los animales usan las praderas como hábitat o refugio, muchos países protegen estas plantas marinas porque se han dado cuenta que, cuando no hay pradera, no hay peces. Incluso la Bahía de Tampa tiene la mejor historia de logro con la restauración de sus praderas.
Cuando la ciudad de Tampa en la Florida comenzó su proceso de urbanización, las personas iban en avionetas y le tiraban fotos al mar, donde se podía ver la cobertura de pradera marina. Debido a esta urbanización en los años1950, la cobertura de pradera marina decayó bastante debido a la inmensa cantidad de nitrógeno y fosfato que entraba por los ríos (debido a fertilizantes, pesticidas, baños, etc.) hacia la bahía. Cuando se redujeron las praderas marinas, así mismo se redujo la pesca.
La comunidad entera empezó a trabajar en conjunto, es decir; los hoteles, el gobierno, los pescadores y demás para reducir los niveles de estos nutrientes que estaban afectando la bahía. Debido a las regulaciones, actualmente la cobertura de pradera marina de Tampa ha sobrepasado la cobertura de los años 1950. Esto es un tremendo ejemplo de cómo la comunidad puede retornar un ecosistema a su estado original.
